domingo, 27 de junio de 2010
viernes, 25 de junio de 2010
Soledad Silveyra y Adrián Navarro, el clip del amor.
Sergio Dalma creó un tema especial para esta telenovela y más allá de la canción de presentación de Paloma San Basilio; este clip refleja la atracción entre los protagonistas. Está bueno.
Fuente: LaUbfal
miércoles, 23 de junio de 2010
Soledad Silveyra: "Hay que ser masoca para salir con un pibe 20 años menor".
“Estoy aterrada”, dice con sinceridad y, por si no se entendió, repite el término:“Aterrada”. La charla venía sobre el tema de salir al aire justo cuando empieza el Mundial de Fútbol. Cuando el resto de sus compañeros de elenco elige optar por respuestas, cómo decirlo sin ofender a nadie, de manual, ella no, se sincera y dice lo que siente de verdad, aunque la muestre vulnerable.
Solita Silveyra volvió a la tele y nuevamente por la pantalla de Telefe. Es la heroína de Secretos de amor, la novela de la tarde que promete meterse con la mafia de los medicamentos, los manejos oscuros de las prepagas y el drama de la adicción a las drogas y el alcohol. Por supuesto también habrá, y mucho, amor y sufrimiento, como corresponde al género y al segmento horario post-a1muerzo. Y ahí también la novela de Telefe y ON TV promete dar que hablar: contará, entre otras, la historia de amor entre una mujer mayor y un chico joven. Algo de lo que Solita sabe y mucho.
- La historia se conecta con tu vida real, tuviste un novio mucho más chico: Mariano Franco.
-Sí, es cierto. Yo creo que hay que ser muy masoquista para tener un romance con alguien mucho más joven. En mi romance había 20 años de diferencia. Hay que estar loca para meterse en algo así.
-Te reís pero lo decís de verdad.
-Sí, no es fácil la diferencia. En el hombre es distinto, siempre tiene a todo a favor, pero para nosotras, no. Ni pastillita tipo viagra tenemos. Es todo un tema para la mujer. Por más que uno, como actor, trabaje en lo que es la frescura, la verdadera frescura es la juventud y contra eso no hay con qué darle. Entonces yo sentía que si algún día este compañero mío miraba a una chica joven y yo me ponía mal, me iba a empezar a deteriorar como persona porque iba a envidar lo más bello... que es la juventud. Entonces, si bien nos queríamos muchísimo y estuvimos como cinco años juntos, en cierto momento yo empecé a ponerme un poco paranoica (se ríe). Por eso después me agarré un veterano, y es peor
(se ríe).
-¿Y cómo están con Chacho Álvarez ahora? Se habló de separación y después se los vio juntos.
-Estamos bien. En realidad estoy muy enojada y no quiero hacer reportajes sola sin otra gente del elenco, porque Chacho termina comiéndose toda la nota, todos los títulos terminan siendo para él y como te dije. Eso me enoja muchísimo.
-La novela tiene tres autoras mujeres que hicieron. Evidentemente, un personaje femenino muy fuerte.
-Al principio mi personaje es débil. Arturo Puig es un empresario muy poderoso. La novela comienza con el festejo de sus treinta años de casados. Es un matrimonio que se lleva bien, que han sido muy compañeros, ella colaboró en el crecimiento económico e intelectual de él. Una mujer que dejó su carrera de abogada para acompañarlo y lo ayuda a levantar una enorme empresa. El día que empieza la novela, Antonio decide dejar de trabajar y eso le sorprende mucho a ella porque es un adicto al trabajo.
Nuestro hijo llevaba cinco años afuera, porque algo sucedió entre Juan Gil Navarro y Puig. Pero yo no sé nada, nada, no entiendo qué pasa. Hasta que empiezo a saber y a hacerme fuerte, hay todo un trayecto por recorrer.
-¿Estás contenta con el horario de la tarde?
-Sí, muy contenta. La verdad, tenía muchas ganas de ir a esa hora y volver a las mujeres.
-Es una propuesta fuerte para el horario.
-Puede ser. Pero es una buena opción para la tarde. Toca temas interesantes, como el de las prepagas, la historia de amor entre una mujer grande y un joven. También se ve el problema de nuestra hija, que toma y mucho, como pasa con muchos jóvenes hoy. Eso genera un conflicto familiar y se plantea cómo resolverlo. Hay muchas cosas pero todo va a depender de cómo nos vaya con el rating y si hay que hacer cambios, ya saben cómo es. Y por supuesto, van a estar las historias de amor.
-Tu personaje cambia a partir de la decisión del marido de dejar todo. ¿Pensás que en la vida real las cosas suceden así también en un matrimonio de muchos años?
-Supongo que sí, no tengo esa experiencia, yo nunca duré tantos años (risas).
Nunca estuve en pareja más de 7 años, salvo con Jaramillo que duré 10. Hay que preguntarle a Arturo (risas). Un matrimonio es una cosa dinámica. Lo que pasa en la novela es muy coherente, si de pronto el hombre decide retirarse, entre comillas, es entendible que la mujer quiera volver a ejercer. Está buenísimo volver a activarse después de los 50.
-¿Cómo ves el hecho de salir justo en el mes del Mundial?
-Yo estoy aterrada (risas), aterrada. Igual no salimos en el mismo horario de los partidos. Confío en que el público de la tarde esté presente y nos siga, es una buena novela, con mucho trabajo atrás, la primera de ON TV la productora de
Claudio Villarruel y Bernarda Llorente. La apuesta es fuerte. Estamos en el canal de Mundial, puede que eso nos juegue a favor. Nosotros pasamos a ser una opción diferente.
-¿Cómo fue volver a trabajar con Puig después de 30 años? Lo último que hicieron fue “Chau amor mío”.
-Es cierto, nunca volvimos a trabajar juntos. Es maravillosa la vida del actor, somos muy gitanos en el amor, en un momento estamos todos juntos, nos queremos y de pronto termina el trabajo y te dejas de ver. Ahí cambiás de elenco, y empezás a querer a otros. Es muy errante. Nos vimos muchas veces con
Arturo pero no para trabajar. Es raro. Podríamos no conocemos y sin embargo siento que no, siento que Puig recuerda a aquella Solita que mucho no cambió y yo a Arturo que tampoco cambió... Estoy hablando del interior, por supuesto, porque obviamente estamos más arrugados, más viejos.
-Se dice que sos una fanática del rating, una experta.
-Es cierto, soy fanática.
-¿Te afecta mucho el rating? ¿Te esclaviza un poco?
-Uno no es esclavo del rating, es esclavo del laburo, y si no medís no te renuevan el contrato, más allá de los egos, que los puede haber. Nosotros un poco ya estamos de vuelta con eso, por ahí con los chicos, los galanes, que están en su momento más pleno, es distinto pero con Arturo creo que ya iniciamos un poco el regreso y podemos tener más asumido el fracaso. Yo tengo compañeras de mi edad que me dicen: ¡No digas esa palabra! ¡Vejez y fracaso no se dicen! Y yo soy muy de nombrarlas todo el tiempo. Tal vez porque así las exorcizo.
martes, 22 de junio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Nota a Solita en el programa "Con estilo".
Agradecemos profundamente a Cris http://carconte.com siempre por su enorme colaboración para con nosotras.
Esperamos que lo disfruten...
~ F&C ~
viernes, 18 de junio de 2010
El secreto del amor después del amor.
La nueva telenovela de Telefé, sobre un matrimonio de años, tiene ambiciones e ingredientes para respaldarlas.
Nuestra opinión: buena
Arturo Puig y Soledad Silveyra, marido y mujer en esta ficción, enfrentarán varias crisis
Para una clásica novela de la tarde, la apuesta es muy ambiciosa. Como si Telefé no quisiera de este modo quedar lejos de esos ambiciosos melodramas de origen brasileño que tan buena impresión -y rating- le dejaron a la emisora en las últimas temporadas.
A imagen y semejanza de lo que hemos visto más de una vez en títulos llegados del país vecino, la protagonista femenina es una mujer madura resuelta a mantener vivos sus encantos y su poder de seducción tanto como la intensidad dramática de su papel.
Y si esas producciones suelen estar sazonadas de ingredientes ligados a alguna problemática social,Secretos de amor no quiere quedar en este sentido muy rezagada. Para dejar bien en claro que lleva en el orillo la marca de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, aquí aparecen planteos de cierta temática comprometida en línea con algunas exitosas ficciones alentadas por el mismo tándem, de Montecristo a Vidas robadas . Aunque, en este caso, esos planteos resultan más generales y menos explícitos, como para no imponer condiciones en una instancia en la que siempre se imponen las reglas de la telenovela clásica. En este sentido, los clásicos contrastes de clase social y de temperamento que distanciará y acercará a la vez a algunos de los personajes centrales pueden convivir sin inconvenientes con esbozos de observación crítica hacia el comportamiento de la Justicia. Más adaptable al horario y al estilo de esta novela surge otro de los temas que sobrevolará la trama: la pregunta acerca de cuánto puede (o debe) durar un vínculo romántico.
Hábiles climasAntonio (Arturo Puig) y Diana (Soledad Silveyra) tienen desde el vamos la respuesta. En el capítulo inicial celebran sus 30 años de matrimonio con una fastuosa velada en la que él renueva el compromiso. Pero en la felicidad aparente también está el origen de una potencial tragedia. El hijo mayor de ambos, Ignacio (Juan Gil Navarro) regresa inesperadamente del exterior para reinstalarse en el seno de la familia y revivir el oscuro secreto que lo llevó lejos: una muerte que reaparece bajo la forma de una extorsión y obliga a Antonio a considerar el apresurado retiro de su exitosa carrera empresarial. A la vez, rindiendo culto a los más caros rituales del género, el destino pone frente a frente a Diana y a Manuel (Adrián Navarro), un laborioso abogado que mezcla sensibilidad social con ambiciones profesionales, y que terminará prendado de la atractiva dama, que además resulta ser colega suya y resuelta a reverdecer antiguos laureles en la profesión.
Hay un indudable mérito en el comienzo de la historia: dejar planteados los ejes básicos de la trama con hábiles climas hacia los cuales los personajes se dejan llevar. Los protagonistas aparecen retratados cada uno en su ámbito y a partir de señales inequívocas (vestimentas, gestos, silencios, miradas) que desde el vamos colocan a cada uno en un lugar reconocible, que difícilmente abandonarán. Allí vemos desde la comprensión y las dudas de Diana hasta el descaro de Manuel, pasando por el temible perfil de Ignacio, al que le basta un gesto para instalarse como villano full time .
Lo que le faltó al arranque de Secretos de amor fue algo más de solidez en los diálogos (Puig tuvo mucha más suerte en este sentido que Silveyra) y mayor atención para que algunas situaciones no quedaran resueltas sin afectar la total verosimilitud del relato. Como el "buenos días" de Antonio cuando queda claro que está volviendo de noche al hogar, el modo en que se presenta el personaje encarnado por Mimí Ardú y un exceso innecesario de estética publicitaria en la primera secuencia erótica, por otra parte algo incómoda para este horario.
Son desajustes que con el tiempo podrán corregirse en un relato con todo el potencial para atrapar. Tiene una trama básica muy atrayente, intérpretes carismáticos y está abierto a múltiples vueltas de tuerca. Una novela ambiciosa, clásica y con el crédito abierto.
Fuente:LaNacion.
jueves, 17 de junio de 2010
martes, 15 de junio de 2010
Avanza la pareja en “Secretos de amor”.
En el capítulo de este miércoles de “Secretos de amor”, Manuel (Adrián Navarro) finalmente consigue el trabajo en el estudio de Diana (Soledad Silveyra). Apenas está comenzando su labor cuando recibe un llamado por un cliente suyo que desapareció y decide salir corriendo a ayudarlo. Ante la sorpresa de Diana por su actitud, le pide que la acompañe.
Por otro lado, Nacho (Juan Gil Navarro) vuelve a enfrentarse a su padre por el control de la empresa. Ante la rotunda negativa de Antonio (Arturo Puig) de cederle la presidencia, Ignacio decide ir a pedirle trabajo a Eneas (Raúl Rizzo), el principal rival de su padre.
Fuente: LaUbfal
Entrevista a Soledad Silveyra en AM.
Esperamos que lo disfruten...
~ F&C ~
Solita Silveyra, feliz con el debut exitoso deSecretos de amor en las tardes de Telefé.
Soledad Silveyra: “en mi profesión siempre estuve muy contenida y respetada; esto no tiene nada de farándula”.
“En esta profesión me he encontrado con gente con valores, con respeto. Siempre, desde chiquita, nunca he tenido el menor inconveniente. Mirá que empecé a los 12 años. Jamás en mi vida he pasado por un acto violento. Tuve la suerte de estar rodeada de una generación de actores que, además de maravillosos, son culturalmente muy fuertes”, valoró por Continental.
“Me crié muy bien. Cuando hice ‘El amor tiene cara de mujer’ tenía a Barbarita Mujica, que me hablaba mucho. Siempre estuve muy contenida, muy respetada. No tengo más que palabras de agradecimiento para que esto que a veces se dice farándula. A mí me duele tanto, porque no tiene nada de farándula. Somos trabajadores y somos un grupo de actores (de televisión) de gente común y con grandes valores”, señaló en La Mañana.
“Cuando veo a los jóvenes actores, me siento muy orgullosa: vienen muy bien. Algo les hemos dejado. Lo veo en sus trabajos”, se alegró.
Sobre la novela, comentó que “hay muchos secretos”, y que le costó armar el personaje porque "tiene muchos".
“Hay un secreto que me va a doler mucho, que tiene que ver con mi hijo. No hay nada peor para un padre que su hijo esté pasando por una situación de caos y uno no saberlo. Muchas veces nos pasa que las madres no sabemos. La novela empieza festejando los treinta años de matrimonio feliz. Él decide, ese día, dejar de trabajar”, adelantó.
Y afirmó, brevemente, que en su relación con el político Carlos “Chacho” Álvarez “va todo bien. Estamos muy bien”.
Fuente: Continental
lunes, 14 de junio de 2010
El elenco de “Secretos de amor” vio unido el primer capítulo.
Soledad Silveyra, Arturo Puig, Juan Gil Navarro, Adrián Navarro y el resto del elenco de “Secretos de Amor” se reunió para ver junto el primer capítulo de la novela. Todos compartieron un almuerzo en uno de los estudios de Telefe mientras miraban entusiasmados las escenas.
Los actores y técnicos se rieron, se emocionarosen y disfrutaron cada uno de los momentos del debut de “Secretos de amor”. Luego retomaron las grabaciones, porque “el aire” se come los capítulos y saben que no hay tiempo ahora para el descanso.
Fuente:LaUbfal
“Secretos de amor”, actores de primera linea para una novela llena de misterios. Promedio 12.8.
En este primer capítulo de “Secretos de amor” ya hubo sexo entre Federico Amador (secretario y mano derecha de Arturo Puig) y Manuela Pal (secretaria de Diana Demare, Soledad Silveyra); enfrentamiento entre los popes Puig y Raúl Rizzo. Alegrías y secretos de mujeres entre las amigas (Solita, Mimí Ardou y Rita Terranova). Revancha entre padre e hijo (Puig y Gil Navarro) y mucho más, distanciados por el suicidio de una joven por sobredosis.
Y, por supuesto, atracción a primera vista entre los protagonistas del romance, Solita y el Robin Hood de los abogados que hace Adrián Navarro, pianista llegado a último momento a la fiesta del Aniversario.
Abogados que compartirán el estudio que irá del trabajo al amor, para darle lugar a muchos casos relacionados con la actualidad.
“Secretos de amor” debutó sin cortes, con picos de más de 15 puntos y un promedio de unos 12.8 con 25 de share. liderando su horario, para una producción de ONTV Villarruel-LLorente Contenidos y Telefe con ambiciosos exteriores y decorados, en un marco de calidad, acorde a lo que el mercado internacional espera de estos créditos.
Fuente: LaUbfal
Protagonista de su propia historia de amor.
Desde hoy, la actriz -"muy feliz" con Chacho Alvarez- vuelve al ruedo con una nueva telenovela por Telefé, junto con Arturo Puig y Adrián Navarro
Soledad Silveyra habla, cuenta, saluda, pide el almuerzo, le agradece al mozo con un amable "gracias, maestro", y habla un poco más. Contesta antes de que se le pregunte e incluso revela cosas sobre su vida privada que muchos en su posición preferirían no contar. Pero ella no. Ni el título ni la trama de Secretos de amor , la tira que comenzará hoy, a las 14, por Telefé y que ella protagoniza, parecen haber influido a la actriz. "Estamos haciendo una encuesta con Alvarez y sus hijas para ver cuántos matrimonios de treinta años hay que se lleven bien. Esto empezó antes de la novela. Es una encuesta que venimos haciendo desde el verano. [Se ríe]. Y querés que te diga, encontramos varios. Quedé sorprendida. Un caso típico que yo pensé que no existía y me lo refutaron Arturo Puig y Selva Aleman. Cuando le planteé esto, él me dijo: «La sigo deseando como el primer día». Entonces, ahí tenés", dice Silveyra. El Alvarez que menciona es "Chacho", su pareja desde hace un tiempo y, aunque dice que la preocupación por los matrimonios longevos es anterior a su trabajo en la novela, lo cierto es que tiene mucho que ver con la historia que escriben Marisa Grinstein, Liliana Esclair ( Mujeres asesinas ) y Marisa Quiroga.
La tira la muestra como Diana, una mujer felizmente casada con Antonio (Puig) hace treinta años, madre de dos hijos, Nacho (Juan Gil Navarro) y Paula (Eliana González), que dejó su profesión para dedicarse a su familia. Claro que el cuadro de la familia perfecta está repleto de grietas. A pesar de que, al menos en principio, Diana no se dé cuenta de nada. Algo que a la actriz le costó entender y compartir con su personaje. Y no fue lo único: "Ahora veo que hay muchas parejas de muchos años, aunque mi experiencia personal no haya sido esa. Yo de siete años no paso: con [José María] Jaramillo llegué a diez, pero fue una excepcionalidad absoluta y total. No creo que se vuelva a repetir. A mí no me aguanta nadie. Con Alvarez, vivir esta pasión, este amor y después dejarlo en paz. Estamos muy bien, muy felices, en algún momento tiene que venir el bajón", se ríe Silveyra, aunque parece creer lo que dice. Y como se da cuenta de que tal vez contó demasiado, rápida, experta en esto de las entrevistas y la exposición pública, redirige la conversación a Secretos de amor, aunque no puede evitar la adjetivación muy a lo Solita.
"Diana está felizmente casada y, de repente, aparece este muchacho, que está espléndido, la verdad. Me parece que Adrián Navarro tiene esta cosa de galán maravillosa, lo vengo viendo desde Vidas robadas , y le vengo insistiendo a Claudio [Villarruel] para que contrate a estos dos pibes, a los Navarro. Le decía: «Estos chicos son un golazo juntos». Y mirá qué suerte tengo que me los vengo a quedar yo a los dos. Era una buena oportunidad para esta historia y, por suerte, Claudio y Bernarda [Llorente] lo vieron", se entusiasma la actriz al hablar del armado de la primera coproducción entre Telefé y On TV, la productora que fundaron los ex directores de programación del canal a principios de este año.
Los Navarro -o más bien, sus personajes- contribuirán a perturbar la armonía familiar, emocional y hasta laboral de Diana. Un par de bombas de tiempo a punto de estallarle en la cara sin que ella se dé cuenta de lo que pasa hasta que sea demasiado tarde.
Cosas que pasan"La novela arranca ya con el conflicto encima. Algunas cosas le pasarán al personaje de Arturo y ella conoce al abogado que interpreta Adrián Navarro, pero no se enamora de entrada. Eso es algo que ella no concibe. Me va a tener que ganar. Va a tener que laburar. Para que después todas las que miran la novela digan: «¡Idiota, despertate, aprovechá que esto no te va a pasar nunca más en tu vida!»", fantasea la actriz, y se ríe de su ocurrencia, que apunta directo a esas conversaciones entre amigas, mujeres que imaginan, y a veces prueban, aquello de que en el amor la diferencia de edad no importa.
"Puede llegar a darse que alguna gente defienda al matrimonio de 30 años. Sería muy interesante porque significa que todos crecemos como personajes y que todos nos potenciamos. Algo así pasó con Patricio Contreras en Vidas robadas . La idea original era que su personaje apareciera en el primer capítulo y se armó un vínculo tan maravilloso entre nosotros, que Claudio trató de conservarlo todo lo que la historia lo permitía."
En este relato, los lazos de pareja tendrán tanto peso dramático como aquellos entre padres e hijos. Antonio y Nacho están peleados, y comparten un secreto que Diana desconoce. Un pacto de silencio que a Solita le parece inconcebible.
"Me reuní con las tres autoras que siempre me refuerzan y yo fui aceptando que hay cosas que no aparecen del personaje porque ella misma las irá descubriendo. Esa es la mayor dificultad. De todos modos, trato de ser verosímil, interpretando a una mujer bastante parecida a mí y tengo un excelentísimo actor en Juan Gil Navarro, que me ayuda horrores. El hace de mi hijo y me subyuga de tal manera, lo amo tanto, que me agarré de eso. Porque de verdad me pasa algo muy auténtico con él", detalla la actriz.
De afuera hacia adentroAntes de que comience la entrevista, antes de que Silveyra tenga que grabar su primera escena del día en los decorados del estudio de Martínez de Telefé, la actriz tiene que resolver el misterio del reloj perdido. No se trata de una cuestión de vanidad ni personal, sino actoral. Es que para "armar" a Diana Silveyra viajó a Nueva York a comprarle su ropa, su estilo y su reloj, claro. Pero mientras recorría Manhattan a bordo de una camioneta que la llevaba a extraños negocios de baratijas e imitaciones chinas, olvidó comprar un repuesto del reloj de Diana. Tal vez, porque estaba muy concentrada en diferenciarla de Paz Achával Urien, la señora bien que interpretó en Amor en custodia.
"Empecé por el afuera. Sabía que ésta era una mujer que tenía que estar bien como para atraer a un pibe joven hasta tal punto que se enamorara de ella. Tiene que tener algo especial, ser una mujer atractiva. Cosa que, en principio, no me divertía nada. Por eso adoré hacer Vidas robadas , donde me venía en chancletas y seguía así frente a cámara. Y encima cuando aparecés así te dicen que sos buena actriz, está bárbaro", vuelve a reírse, un poco de ella y un poco de la cobertura mediática que conoce y padece hace años. Aunque ahora, dice, ya no la molestan tanto.
"Ahora se ocupan de las vedettes y a los actores nos joroban menos. En ese sentido, vinieron bárbaro las colas y el caño. Las actrices pasamos a un segundo plano. Sólo les importa si nos ponemos de novias de viejas. Y si estás contenta menos les importa. Para mí, en ese sentido, ha sido un descanso", termina con una sonrisa que dice lo que, por esta vez, la actriz prefiere mantener en secreto.
Comienza la hora de la verdad...
Es la telenovela de los regresos: el de Soledad Silveyra como heroína romántica, luego de Vidas robadas y de su rol como conductora en Un tiempo después ; también el de Arturo Puig como galán maduro; y el de la dupla de Adrián Navarro y Juan Gil Navarro, que en Vidas...
componían a dos villanos y, acá, serán el enamorado de la protagonista (Navarro) y el hijo de ella, además de uno de los malvados de la historia (Gil Navarro). En Secretos de amor , que arranca hoy a las 14 por Telefe, habrá amores, intrigas, secretos bien guardados, casos judiciales. Tampoco faltará un componente de compromiso y denuncia social que estará representado por el uso y la experimentación con medicamentos no autorizados.
En la historia, Diana Demare (Silveyra) y Antonio Fernández Gaudio (Puig) componen a un matrimonio consolidado y relativamente feliz, después de 30 años juntos y con dos hijos: Nacho (Gil Navarro) y Paula (Eliana González). Antonio es un exitoso hombre de negocios, dueño de una empresa de medicina prepaga que decide dejar su trabajo (debido a una extorsión) y dedicarse al golf. Diana es una abogada que dejó todo para abocarse a su familia y a apoyar a su marido a construir su empresa... pero un día decide volver a ejercer su profesión. Mientras, Nacho vuelve al país después de varios años para ejercer como psiquiatra, pero su perversión lo lleva a hacer experimentos macabros con sus pacientes, en busca de la droga de la perfecta felicidad. Esta situación lo llevavrá a enfrentarse ferozmente con su padre, con quien, además, comparte un secreto.
Diana, en su regreso a la abogacía, contrata a un joven abogado para que trabaje con ella: Manuel (Navarro) se enamorará de ella y Diana se encontrará ante una encrucijada de elegir.
Secretos de amor es una coproducción de Telefe y ON TV Llorente & Villarruel Contenidos y en el elenco, entre otros, están Federico Amador, María Abadi, Agustina Lecouna, María Carámbula, Manuela Pal, Mimí Ardu, Maxi Ghione, Rita Terranova, Silvina Acosta y Raúl Rizzo, en una participación especial como enemigo del personaje de Puig.
El amor sin edad, la aplicación de la justicia, la manipulación y la falta de ética son algunos de los temas que formarán parte del nuevo y siempre bienvenido culebrón de la tarde.
Fuente:Clarin
domingo, 13 de junio de 2010
“Lo vivo como una despedida”
Soledad Silveyra no dejaría las novelas, pero piensa que es hora de cambiar de rol: “Me veo como abuela”. El lunes larga “Secretos de amor”, por Telefe.
Soledad Silveyra bromea: “Me agarrás como a un boxeador después del quinto round”. No luce golpes, claro, sólo cansancio después de una larguísima jornada de trabajo, a contrarreloj, de la novela que empieza este lunes, a las 14, por Teleocho.
Las grabaciones de Secretos de amor tienen, detrás de escena, tanto de magia como de esfuerzo. Se le nota en la cara, en la voz pausada, mientras en el camarín toma un poquito de aire, y se sirve un café, y espera que concluya el día para tener su hora, sus dos horas o, con suerte, tres de vida “real”.
Ya se ha sacado la piel de Diana Demare –su personaje– y es “Solita” la que habla. La que dice que toma esta novela como una suerte de despedida, la que va en contra de todos los prejuicios de la ficción en ese horario, la que habla de cosas que van más allá de la tele. Soledad Silveyra no ve pasar la vida como en una pantalla, sino que se muestra activa y preocupada.
La nueva tira tiene para ella un condimento especial, y por eso no sólo aceptó sino que hasta pidió trabajar a la tarde. Está convencida de que el género y el horario siguen siendo menospreciados por muchos de sus pares, pero también vive el momento “como una despedida”.
¿Cómo? “No porque no vaya a hacer más novelas a la tarde, pero ya no esta cosa de la mujer que se mantiene bien, la mujer grande que se enamora. Empiezo a mirar con cierta nostalgia eso, porque es algo que voy abandonando”.
Soledad es contundente: “Ahora puedo hacer de abuela. Sería la mujer más feliz del mundo con tres pibes geniales, tres ‘valientes’ y yo atrás”.
La condición principal para aceptar este nuevo papel, en un horario en el que reinó con Amor en custodia, fue precisamente alejarse de la noche. “Es tan imprevisto lo que se da con los fenómenos que tienen que ver con lo mediático, con lo que Marcelo (Tinelli) provoca, por ejemplo, que dije que no. Lo vivimos en Vidas robadas. Uno dice que no importa, pero en realidad se sufre, cuando pensás ¿por qué no nos eligen? Por ahí decís que está bien que Marcelo gane... pero ¿30 a 12? Guau. A unos les duele más, a otros menos. A mí me duele, me parece lógico, humano, y prefiero mostrarlo más que ocultarlo”.
Afinidades
Solita se ríe cuando ve el avance de programas como Este es el show, que se mueven al ritmo de lo que ocurrió la noche anterior en ShowMatch. “¡Ahora también en este horario!”, protesta entre risas.
–“Vidas robadas” sufrió en rating, pero siguió; tuvo buenas críticas, impuso un tema difícil.
–No siempre tenés productores que se la bancan así. Enseguida nos reunieron, nos dijeron que iba a seguir más allá del resultado. Y ahora empiezo a ver que el tema de la trata está creciendo, que salen más notas que antes. La verdad que estos pibes se adelantaron. Se dio esa cosa maravillosa que fue hacerlo, y ni te cuento no tener que maquillarte y caer en esas frivolidades.
–Fuiste figura de Telefé en los 10 años de Claudio Villarruel y Bernarda Llorente. ¿Seguís con ellos por lealtad?
–No, no es lealtad. Hay afinidad para trabajar. A mí me atrapan las ideas, y ellos crean cierta mística en el trabajo y no me han fallado nunca. Acá llegamos a un acuerdo todo de palabra. Empecé en 1999 con Gran Hermano.
–¿Volverías a hacerlo?
–No. Esos programas sintetiza la necesidad de la gente de sentirse protagonista. Ya no les alcanza con ver, quieren ser parte del espectáculo. No lo podría conducir, y lo último que hizo (Jorge) Rial, fue muy bueno. Ahora si entro al living y están los chicos tirados en un sillón y me dan cámara diría: “Qué hacés así, recibime como corresponde”. No va, quedaría como loca.
–Coqueteaste con lo periodístico también.
–Un tiempo después fue una experiencia muy feliz. Yo había empezado con la idea de hablar sobre los presidentes emergentes. Me sorprendía cómo un tupamaro, un indio, un metalúrgico, un soldado o una mujer llegaron a ser presidentes. Cuando vi que Daniel Filmus lo pudo llevar adelante para Encuentro, no me lo perdí. Me gustaría conjugar la calidad como la de Filmus y que yo... no sé... llevarle el cable (risas) y sumar. No estoy preparada para hacer un reportaje como él, pero quisiera estar cerca. Unir estas cosas.
–¿Creés que se promueve más la separación que la unión por estos días?
–Sí, en general nos pasa. Los medios influyen mucho, porque las peleas venden más que nunca. Igual yo creo que tengo un lugar como trabajadora, como cualquier argentino, que se encuentra en un ring que no entiende. Tengo miedo de que los canales se conviertan en Canal 9. Nosotros necesitamos ocupar espacios como trabajadores, para la ficción, para programas de entretenimientos también, para ciclos como los de Canal Encuentro.
“El personaje va conmigo”
–¿Cómo es tu personaje, Diana Demare?
–Es uno de los arranques más difíciles que hice. Se llama Secretos de amor, pero Diana no tiene secretos. Es un arranque donde decidí parecerme más a mí. En la novela, mi hijo (Juan Gil Navarro) tiene problemas que no conozco. Yo tengo hijos de la edad de Juan Gil, y realmente no saber algo tan profundo no me entra en la cabeza. Las autoras marcan las líneas, pero lo vamos armando paso a paso, entre todos.
–En la grabación, los actores sugieren siempre.
–Lo trabajás en el día a día. No es un libro cerrado. El actor lo que va a hacer siempre, por instinto, es buscar su coherencia. Uno siente esas cosas: yo salgo, llego a casa, como, no te cuento otras cosas, y duermo. Cuando me levanto a la mañana subo al remise y empiezo otra vez. El personaje va conmigo. No te digo que me enfermo de trabajo. En casa disfruto de la vida, una hora, dos... ¡tres, con suerte! Y me acuesto con lo que pasó el día anterior. El actor está con el personaje encima. La carrera mundialista –¿Complica que la novela largue en pleno Mundial?
–Empezó el Mundial, ojalá que la gente se acuerde de que empieza la novela. Ahora, que nos van a ver cinco millones de personas entre los cortes, no te quepan dudas (ríe). Comenzar ahora es una jugada de la empresa que respeto, aunque debo reconocer, me da miedo.
Secretos de amor Día y hora: de lunes a viernes, a las 14, por Telefe. Protagonistas: Soledad Silveyra, Arturo Puig, Agustina Lecouna, Juan Gil Navarro, entre otros. Producción: Claudio Villarruel y Bernarda Llorente, OnTV.
Fuente:LaVoz
Soledad Silveyra, La última heroína sexy.
Pero también implica su regreso al papel de heroína madura y sexy que, a pesar de estar casada con un hombre desde hace varios años (Arturo Puig), vivirá una historia de amor con un hombre más joven que ella (rol que interpretará Adrián Navarro). De ese rol de mujer seductora, la actriz se había desprendido en los últimos años. Primero con su descarnado personaje de Vidas Robadas. Después, con su nueva faceta de conductora y entrevistadora de Un Tiempo Después.
Hoy la vida la encuentra en otro lugar. En el ínterin fue abuela (tiene dos nietas, Inés y Clara) y vivió la pérdida del padre de sus hijos y ex marido, José Jaramillo. Alegrías y tristezas que la marcaron a fondo y que hoy la llevan a decir: “Vuelvo al papel de mujer sexy pero para despedirme. Para mí, es una despedida. Lo vivo así. Decidí hacerlo desde ese lugar. Terminar en el sentido de este tipo de género, a eso me refiero. Porque me parece ya como una etapa superada. ¡Además, ya entro en la ancianidad! -dice con humor-. Por eso, adoraría que nos vaya muy bien, porque me encantaría poder terminar con un éxito”, confiesa Solita.
Sus deseos a futuro apuntan hacia otro ámbito: el teatro. “Quisiera tener un tiempo más para dedicarme al teatro. También tengo ganas de trabajar para chicos, como tengo dos nietitas... Cuando tengan 5 o 6 años, me gustaría armarles un espectáculo para ellas”, se entusiasma. En televisión le gustaría apuntar a programas semanales. “Porque la exigencia de la novela realmente es mucha -explica-. Y bueno, obviamente, no sé, novelas seguiré haciendo, soy una actriz que vive de esto. Pero desde otro lugar. Esta cosa de la exigencia, de estar siempre espléndida, es muy cansadora y me cuesta cada vez más”.
En Secretos de Amor, Solita interpreta a Diana Demare, una abogada que está a punto de cumplir 30 años de casada con Antonio Fernández Gaudio (Arturo Puig), un exitoso hombre de negocios. Durante todos estos años, Diana ha resignado su profesión para dedicarse a su familia. Pero a partir de la decisión de Antonio de abandonar la compañía de medicina prepaga que presidía, decide abrir su estudio de abogada. Es así que contrata a Manuel (Adrián Navarro), un joven muy talentoso, que se enamorará de ella y con quien entablará una relación apasionada.
“Estoy muy contenta -confiesa Solita-. Tenía muchas ganas de ir a la tarde, de volver a las mujeres. Además, es una propuesta muy fuerte, que conjuga elementos propios de la telenovela con ciertos temas sociales, como el de la medicina prepaga, que sería como un tema bastante importante dentro de la historia. También creo que es importante para una novela de la tarde que una mujer de mi edad, ya grande, pueda tener una historia con un joven. Como también es importante que tenga una hija que se emborracha, como muchos jóvenes de hoy. De golpe está bueno esa cosa de la mujer que puede tener un conflicto familiar pero al mismo tiempo tiene que ver cómo hace para ayudar a su hija en un contexto que, todos sabemos, no es fácil para la juventud de hoy”. En esta novela, Solita se reencuentra con sus compañeros de Vidas Robadas: Juan Gil Navarro y Adrián Navarro, con quienes mantiene una relación muy cercana y afectiva. “Es maravilloso el mundo del actor -manifiesta la actriz-, porque somos muy gitanos en el amor. Porque de golpe estamos todos muy juntos, nos queremos, cambiás de elenco, dejás de verte, y empezás a amar a otro. Es terrible, pero es así. Somos muy errantes”.
Pero además, la novela significa su reencuentro con Arturo Puig después de 30 años. Desde que protagonizaron Chau, Amor Mío, novela de Alberto Migré, en 1979, no se volvieron a cruzar en el ámbito laboral. “En todo este tiempo nos hemos visto un montón de veces fuera del trabajo, pero podríamos no conocernos, y sin embargo, siento que no. El se acuerda de aquella Solita que mucho no cambió. Y yo de aquel Arturo que tampoco cambió mucho. De adentro, ¿no? Después, obviamente, estamos más arrugados, más viejos...”, explica Silveyra, con su particular manera de tomar distancia de las circunstancias y reírse de sí misma.
Triángulo de amor
Una de los conflictos más importantes que tendrá la tira será el triángulo amoroso que se anticipa entre los personajes de Soledad Silveyra, Arturo Puig y Adrián Navarro, que se desatará a partir de una crisis matrimonial de la protagonista y la aparición en su vida de un joven talentoso que se enamora de ella. En la ficción no es la primera vez que a Solita le toca interpretar a una mujer que se enamora de un hombre más joven que ella (le pasó en Campeones de la Vida, en El Deseo, en Amor en Custodia y en La Ley del Amor -ver aparte-).
Pero también en la vida real Solita vivió un intenso romance con un iluminador, veinte años menor que ella, a quien recuerda con cariño, aunque declara: “Creo que hay que ser muy masoquista para tener un romance con alguien menor. Tenés que estar loca para tener 50 años y salir con alguien veinte años menor. En el hombre es distinto, el hombre siempre tiene todo a su favor. No tienen nada en contra. Nosotras, ni pastillita tenemos”, se queja. Y ejemplifica: “Por más que uno trabaje lo que es la frescura, la frescura es la juventud, y contra eso no hay con qué darle. Yo sentía que si algún día, este compañero mío miraba a una joven y yo me ponía mal, yo iba a empezar a deteriorarme como persona. Porque era envidiar lo más bello de la vida que es la juventud. Nos quisimos mucho, estuvimos como cinco años juntos, pero al final me empecé a poner un poco paranoica. Y bueno, después conozco un veterano que es peor que el otro”, bromea trayendo a colación su romance con Chacho Alvarez.
Tras varios rumores que hablaban de una crisis entre Soledad Silveyra y Chacho Alvarez, con quien empezó a salir luego de entrevistarlo para Un Tiempo Después, Solita dice: “Estamos bien”. A secas. Sin explayarse demasiado. Y confiesa: “Estoy muy enojada. No quiero hacer notas sola porque Chacho se come todas las notas. Todos los títulos son para él y yo estoy enojadísima con eso. A tal punto que pedí que no me manden sola a hacer una nota. A mí me mandan o con Puig, con los Navarro, o con mis compañeros o amigas actrices. No quiero hacer notas sola porque siempre terminan hablando de Chacho. Y eso me enoja muchísimo”.
Abierta y sincera. Profunda y generosa. Apasionada, franca y espontánea, son todas cualidades que Solita supo mostrar a lo largo de su extensa trayectoria y que la convirtieron en una de las actrices más queridas por sus colegas y por el público en general. Justamente esa espontaneidad hizo que esta vez anunciara su despedida de las telenovelas. Un género al que le dio todo: grandes emociones, calidad de artista, ternura, sonrisas, lágrimas. Y mucho, mucho amor.
Fuente:DiarioPopular