El martes estrena “Espejos circulares”, en La Plaza Aquí habla de su estado de gracia por su regreso al teatro, de la TV, de sus nietas, y de por qué terminó su noviazgo con Chacho Alvarez.
Sus hijos, sus nietas, sus nueras, sus sobrinos. Todos los afectos de Solita Silveyra asoman desde algún portarretratos acá, en su camarín de la sala Pablo Picasso, en La Plaza. Ella está solita, si al amor se refiere, pero aunque en enero se separó, después de dos años, de Chacho Alvarez, pilares afectivos sólidos no le faltan.
Seguramente son ellos quienes en este momento, en que está a punto de volver a un escenario porteño con Espejos circulares (debutan el martes), le hacen el aguante.
“Y sí, estoy muy emocionada, en un estado de sensibilidad extremo, hablo y lloro”, dice Sole , mirando directo por el espejo porque se está maquillando. Y sigue: “Estoy muy alegre, este hombre (lo dice por Javier Daulte, que la dirige) y mis compañeros me han colocado en un estado como de gracia. Creo que ningún varón lo ha conseguido en mi vida a esto. Sería maravilloso hacer el amor todos los días, eso es lo único que me falta, porque sería genial amar a otro con este estado. Es tan potente, tan profundo, tan hermoso lo que siento... Si podemos transmitir esto que nos pasa a todos será genial.
¿Qué es lo que tanto los une? Nos encontramos cinco personas con emociones parecidas. No pensé que la nota iba a ser para mí sola, porque creo que nos merecemos todo en grupo. Para mí es muy hermoso volver al teatro de esta manera. No me siento cabeza de compañía ni nada que se parezca. Y no puse ninguna pauta de nada para defender ningún lugar de nada.
A esta altura de tu carrera creo que sería ridículo.
Bueno, no todo el mundo se desprende. Por otro lado, yo no me estoy desprendiendo de nada, simplemente me estoy enriqueciendo. ¡Y ojalá que esto continúe así! A veces, por el deterioro de las funciones, o esa cosa que tenemos los actores miserable, se termina arruinando. Pero a nosotros no nos va a pasar. A mí me costó mucho volver al teatro porque en mi última experiencia en vez de sacar lo más hermoso que podemos tener como personas, todos sacamos lo peor que teníamos. Quedé tan golpeada, tan trastabillada, tan equivocada, me costó vínculos hermosos. Y no me pidas nombres porque no corresponde. ( N. de la R.: cronológicamente, su última obra fue Hasta aquí llegó mi amor , que hizo en gira ). Además, me siento tan responsable como todos de lo que pasó. Quedé muy mal. Yo siento que en el teatro hay que elegirse, amarse, respetarse, no puede haber miserias ni competencias. Los otros días vino a ver un ensayo Celina Amadeo, porque tenemos un proyecto juntas. Ella es una mujer de televisión, con 60 novelas hechas. Y me hablaba, a partir de lo que vio, de lo bueno que sería que se formara algo así en la televisión. Yo creo que es factible, sobre todo si lo encaramos con tiempo, si no tenés que salir al aire a los apurones. Javier lo consigue sin ninguna solemnidad. Te pide la letra sabida para el primer día y no le importa nada más. A medida que pasa el tiempo vos sentís que te va tallando el pensamiento, el cuerpo. Yo no creía en la obra porque no la entendía, era una limitación absolutamente mía. Y me la hicieron descubrir. Ahora quiero mandarle una carta a la autora para decirle que acá hay una actriz sudamericana que está fascinada.
Contame tu personaje.
Soy Susi, una mujer que da cursos de cerámica, en una ciudad del interior, que puede ser cualquiera del mundo, también da clases de teatro a chicos y sueña con enseñarle a adultos. Consigue a tres alumnos y a su marido, que calculo que se suma por solidaridad. Entonces te va contando a través de un taller intensivo de seis semanas, la vida de esas personas. Para el público será un gran entrenamiento emocional.
¿Ya habías trabajado con alguno de este elenco? Sólo con Boy. Fue en una Cenicienta que yo hice, él era el príncipe. El se castiga diciendo que estaba terrible, pero no es así, estaba muy bello. A él lo quise toda la vida, ¿quién no puede quererlo? Después, con Andrea no habíamos trabajado nunca, pero me resulta una mujer encantadora, simple. Como decíamos con la Picchio: “ésta es como nosotras”. No porque sea mejor ni peor, simplemente es como nosotras. ¿Jorge Suárez? Es un placer trabajar con él por sus condiciones. Y Viki, todo un descubrimiento, llegó a través de un casting y me encanta ver trabajar a la juventud con tanto talento.
¿Es cierto que volvés a la tele? Estoy convocada y además tengo mi propio proyecto. En cuanto a lo mío, es un proyecto de conducción, tiene que ver con el humor, lo lúdico, lo positivo. Es un programa muy federal, intenta apuntar a una espontaneidad organizada. Tiene una entrevista social, una de celebrities, juegos, pero no se puede contar más. Yo fui contratada por Telefe para producir el contenido en tres meses pero no tengo grilla por el momento, se supone que se va a grabar un piloto en octubre. Pero, por otro lado, tuve otro ofrecimiento, que tiene que ver con la comedia. Así que estoy viendo.
La conducción es una puerta que abriste hace rato.
Y que no quiero cerrar. Me dio muchas satisfacciones. Además, creo que ahora hace falta esa cosa más positiva, tener más alegría, cantar, bailar. Como el disco que escuchaba cuando era chiquita y decía déjenla ir al baile sola, solita y sola, que la quiero ver cantar. Andar por los aires, y moverse con mucho don aire… Gracias a Carlos Casella, que es el maestro que elegí para llevar adelante en este proyecto todo lo que sea movimiento. Cuando tenga grilla, entraré. Lo que sí aprendí es que ya siendo una mujer mayor, quiero buscarle placer a la vida. ¿Viste que hay gente que se jubila y se compra una casa? Bueno, hay otras que decidimos tratar de tener en nuestras vidas la mayor plenitud, sea donde sea. Eso es no hacerme tanto quilombo por las expensas, y si no se puede se vende y se acabó. En este momento, además de hacer esta obra, quisiera hacer Chèjov toda la vida, dirigida por Daulte, toda la vida, producida por Kompel, toda la vida y con mis compañeros, toda la vida. Es como un romance el que estoy viviendo, muy hermoso.
Fuera del romance laboral, ¿estás sola o acompañada? (Achina los ojos y se ríe) Soooola, soooola. Pero es buenísimo porque puedo poner toda mi energía acá. Y eso es lo que hago.
Pero, de afuera, con Chacho Alvarez se veían como una linda pareja. ¿Qué pasó? (Vuelve a achinar los ojos y a sonreir) Sí, a mucha gente le gustaba la pareja… No es lindo ventilar esos detalles...
¿Pero es definitivo? Si, es definitivo. Aunque es cierto que viene bien sufrir un poco cuando una está creando, yo ya no quería sufrir más. Además, al no tener hombre pude dedicarme más a mi familia, a mis hijos, a mis nietas. Porque cuando yo estoy con un hombre, estoy. No cambié en eso, soy ingobernable.
Hablabas de tus nietas. ¿Cómo es tu vínculo con ellas? Mis nietas -Inés y Clara- son increíbles. Yo tuve dos varones, dos bestias, y ahora tengo a dos margaritas maravillosas. Y es increíble, sobre todo, verme en ellas.
¿En qué cosas te ves? En la picardía, en la sonrisa. Tienen casi cinco y nueve. Miralas (muestra las fotos). Son preciosas. Este es un momento de la vida maravilloso, me siento con linda energía, tratando de entender que mis hijos tienen sus mujeres, ¡porque me cuesta mucho! Me agarró un amor desesperado por la vida.
Fuente:Clarín
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